¡Hola de nuevo, gente!
Hoy vengo a hablaros de una de mis pelis favoritas de todos los tiempos. Me encantaba cuando era pequeña y la verdad es que hace mucho que no la veo. Me lo apunto para cuando acabe los exámenes del módulo genérico del máster. La película es Matilda.
Cuenta la historia de una niña pequeña muy inteligente que no es valorada por su familia ni por el entorno escolar. Su padre es un mecánico al que solo le interesan los coches y ganar dinero sucio haciendo sus trucos con ellos. Su hermano mayor sigue los pasos de su padre y su madre es una pija interesada en el dinero y las compras. En el colegio, la directora es un ogro a la que poco le importan los niños y niñas y la docencia. Pero la vida de Matilda cambia cuando llega al colegio una profesora dulce, amable y que demuestra vocación y pasión con todos sus alumnos y alumnas. Y hasta ahí puedo leer.
Me gustaría volver a verla, aparte de porque hay cosas que no recuerdo muy bien, porque pienso que nuestra percepción de un libro o una película cambia totalmente con el paso de los años y de las experiencias. Pero, si algo tengo claro desde que la vi, es el importante papel que tenemos los docentes en el desarrollo de las capacidades y la inteligencia de nuestros educandos. Empezaba el blog diciendo que estamos hechos de pedacitos de los demás, buenos y malos, y ahora que esto está a punto de terminar, solo puedo decir que cada día estoy más convencida de ello. Y que esta película lo demuestra a la perfección. Os recomiendo que en un rato libre preparéis manta, palomitas y Matilda.
See you soon!
La adorable e inteligente Matilda |
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