¡Hola de nuevo, gente!
¿Habéis oído hablar del Libro Blanco de la Profesión Docente? En él, entre otras cosas, se enumeran una serie de propuestas para mejorar el sistema educativo. En esta entrada quiero hablar y centrarme en las que yo considero más importantes.
Para empezar, un factor que yo considero clave para el buen funcionamiento de un sistema educativo es la formación del profesorado, tanto inicial como continuada. E insisto en el término "continuada". De nada sirve que ejerzan profesores con amplios conocimientos iniciales tanto en la materia como en la docencia, si dichos conocimientos no se reciclan. La sociedad, el saber y los valores cambian con el tiempo, de modo que la formación del profesorado debería ser de calidad, continuada y adaptada a los tiempos que corren. Por ejemplo, los métodos de enseñanza no eran los mismos en los años 80 que ahora; por lo tanto, un docente que se formó en aquellos años y no ha reciclado su formación, no será un buen docente.
Relacionado con la formación de los docentes, en el libro se propone un sistema de prácticas que, grosso modo, consiste en la realización de 3 años de prácticas una vez que se acabe la carrera o el máster que habilite para la docencia. Desde mi punto de vista, este programa resultaría ampliamente enriquecedor para los futuros docentes, ya que se enfrentarían durante un largo periodo de tiempo a la docencia de manera práctica y acompañados de un tutor que les guíe en el principio de su carrera. Un mes de prácticas no es suficiente para saber a qué te enfrentas realmente. El problema que tiene este sistema es que sería muy difícil de sostener económicamente, ya que se estaría pagando a dos docentes por dar clase en un mismo aula. Sin embargo, pienso que se podrían estudiar ciertas variables para que llevarlo a cabo fuera posible. Además, sería beneficioso no solo para el docente, sino también para los alumnos y para el sistema, ya que mejoraría la calidad de la docencia en la mayoría de los casos.
En el libro también se mencionan otras propuestas como la evaluación de los docentes, lo que también contribuiría a la mejora de la calidad de la docencia; la inclusión en el sistema de educadores sociales, bibliotecarios escolares y expertos en tecnología aplicada a la escuela; o una mayor autonomía curricular y organizativa de los centros.
Si estás interesado/a en el mundo de la educación, te recomiendo indudablemente que eches un vistazo a este libro, que fue publicado en 2015 pero que sin duda es perfectamente aplicable 6 años después.
¿Cuáles de las propuestas que he mencionado te parecen más interesantes/importantes?
See you soon!
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